El elefante se ducha
con su trompa trompetera,
poniéndola de regadera
después de quitarse las babuchas.
Mi elefante no necesita bañera
para darse un chapuzón,
ni tampoco un buen jabón,
ni una toalla playera.
¿ Has visto que nariz elegante
balancea el elefante ?
Por la mañana se va al río
a saludar a la trucha
y al hipopótamo, su amigo,
y con su nariz de manguera
ducha a la familia entera.
Mira los elefantillos
que huyen del chaparrón,
prefieren jugar al balón
y no mojarse los tobillos.
Hay que ver como le encanta,
Carolina está radiante.
¡ Adiós señor elefante !
¡ Adiós señora elefanta !
Paco, 16-XI-1979
jueves, 29 de marzo de 2007
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